¿DIOS CASTIGADOR?
Al abordar el tema, es necesario establecer algunas enseñanzas erradas relacionadas con la relación de Dios para con nosotros sus hijos. Afirmar sobre enseñanzas erradas, me refiero a aspectos y patrones sociales, culturales, que son transmitidos principalmente a través de la religiosidad y que marcan de alguna manera el sentir y actuar de las personas.
El comentario es debido a que regularmente desde la niñez se nos enseña sobre “un Dios que castiga”, podríamos prestar atención a una frase muy triada al respecto: “por mal portado, Dios te castigó” o “si te portas mal Dios te va a castigar”. Indudablemente hay muchos aspectos a considerar, pero lo más importante es la idea que se nos introduce a la cabeza; ya sea por un lado “a un Dios castigador” o por otro en contraparte “Dios es amor”.
Vemos que ni uno, ni lo otro (en ese contexto). Ni la instrucción parafraseada de un viejo malhumorado esperando a que te equivoques en algo para gritar “te pillé, eres un pecador, ahora tienes que venir conmigo, para confesar esos pecados” y de ser posible hasta darte una penitencia física extra o cosa parecida; por otro lado un hombre que vas a considerar casi tonto porque cuando robas, adulteras, fornicas, te emborrachas o predicas “mentiras convenientes”, mira hacia otro lado.
Que duras o difíciles de asimilar parecen estas afirmaciones, pero regularmente este tipo de cargas son las que ponen sobre tus hombros y en definitiva no vienen de Dios, sino de doctrina humana que en nada edifica el verdadero Cuerpo de Cristo.
Ahora entremos de lleno en la Palabra de Dios, para ver que efectivamente “Dios es amor y justicia”; eso conlleva implícito en la justicia, por una parte “castigo”, que se podría considerar disciplina correctiva y por la otra “recompensa”, vista en el contexto del bien.
· Dios castigador y misericordioso
Sabemos que existe el bien y el mal, lo negro y lo blanco y en los planes de Dios se definen claramente las cosas de uno y otro lado, no se tolera las medias aguas ni las tibiezas (porque eres frío o caliente), o acaso de una fuente de agua puede fluir agua dulce y agua amarga; por eso veremos los dos ámbitos, que tu sí sea un sí y tu no sea un no dice la Palabra de Dios y es aplicable a todos los aspectos de nuestra vida.
Para mayor comprensión es necesario que tomemos en nuestras manos la Biblia y leamos los pasajes que serán referenciados.
Génesis 4, 5-14;
Génesis 19, 12-15;
Jeremías 23, 2.
He aquí tres pasajes de las Sagradas Escrituras donde se evidencia “castigo” por diferentes faltas y pecados. A) Derramar sangre. Este pecado es el punto culminante de un proceso maligno, iniciado con un sentimiento consecuencia de proceder incorrecto, vemos que “decayó el semblante de Caín”, ese fue el inicio de algo que culminó con la muerte de un hermano; B) Destrucción por perversidad, hoy podemos comparar a “Sodoma y Gomorra” con el mundo moderno, en que se evidencia la maldad y principalmente la falsedad; y C) La maldad de obras, que es figura al ataque al Cuerpo de Cristo, mediante sutilezas de engañadores figura del enemigo que dispersan al Pueblo de Dios.
Joel 2, 13
Para referir justicia no se incluye más que este pasaje, que es más que evidencia de la manifestación de Dios, “su gran amor” por su pueblo, por nosotros. En la Santa Palabra a partir de Génesis hasta llegar a Apocalipsis se manifiesta la misericordia del Señor, a tal grado de enviar a su Hijo para rescate nuestro, habiendo sido viles y pecadores, para transformarnos en coherederos con Cristo de su gloria y majestad.
· Justicia
Al tocar el tema de justicia, regularmente lo relacionamos de forma apresurada con castigo, sin embargo debemos conocer las dos caras de la moneda. El castigo para los injustos y la recompensa para los justos. “al justo y al impío juzgará Dios” todo a su tiempo.
Romanos 3, 5
Hebreos 10, 29
Apocalipsis 3, 19
¿Será injusto el castigo de Dios por la injusticia humana? y que podemos decir del “pecado deliberado” que viene a ser afrenta a la obra de Cristo Jesús en la cruz, pero Dios nos dice que reprende y castiga a “los que ama” porque Él es Dios de justicia y pide de nosotros “celo” por la justicia y “arrepentimiento” del pecado.
Podríamos detenernos en cada uno de los pasajes citados y escudriñar para encontrar las grandes perlas preciosas reveladas en la Palabra de Dios, pero no profundizaremos más en los temas de castigo y justicia, sino simplemente veremos en cambio una prueba (de muchas que podrías encontrar) de la “Justicia de Dios” descrita en la Biblia y veremos la maravillosa obra, la cual ha sido revelada.
PEDRO EL DISCÍPULO Y APÓSTOL DE JESÚS
Creo que todos los que alguna vez hemos tomado La Biblia y leído, o hemos escuchado algo de la Palabra de Dios, sabemos de Pedro, su llamado, conversión y discipulado como apóstol de Jesús, lo cual encontramos a través de los cuatro evangelios. Hoy veremos un proceso, algo especial en la vida de Pedro, que podemos de igual manera encontrarlo en los evangelios, con distintos matices pero la misma historia.
1. PEDRO NIEGA A JESÚS
Fue el propio Jesucristo quien anunció la negación de Pedro (Mateo 26, 30-35; Marcos 14, 26-31; Lucas 22, 31-34; Juan 13, 36-38), podríamos ampliar mucho al respecto, pero no es el tema. En realidad no recuerdo ni cuantas veces he escuchado y leído sobre este pasaje, en el cual el Señor directamente dice a Pedro, “De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante me negarás tres veces”; a pesar de las palabras de Jesús, Pedro decía lo contrario, que no lo negaría.
Efectivamente se cumple lo dicho por Jesús, (Mateo 26, 69-75); a través de estos versículos del mismo capítulo es descrita la forma y la manera continuada hasta completarse el anuncio de “la negación tres veces”, dice la Palabra de Dios “Y saliendo fuera, lloró amargamente”.
Para llegar al segundo punto podemos plantearnos algunas interrogantes: ¿qué pensaría Pedro luego de los acontecimientos ocurridos?; ¿por qué lloró amargamente?; se me ocurre que, definitivamente el corazón de Pedro estaba compungido y angustiado.
2. CONFESIÓN Y NEGACIÓN
Jesús había instruido y enseñado a sus discípulos, es a través de esas enseñanzas que podemos encontrar respuesta a la “amargura” que Pedro sintió, luego de los hechos de la negación del Señor. (Mateo 10, 33; Lucas 12, 9). “Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos”. ¡Oh!, que impacto pudo causar a Pedro recordar las enseñanzas recibidas, darse cuenta que traía sentencia sobre sí.
Pero lo que sucede a luego, es lo que da mayor impacto a la historia; esto ocurre unos días después de la crucifixión de Cristo.
Marcos 16, 5-7 “Y cuando entraron en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, cubierto de una larga ropa blanca; y se espantaron.
Más él les dijo: No os asustéis; buscáis a Jesús nazareno, el que fue crucificado; ha resucitado, no está aquí, mirad el lugar en donde le pusieron.
Pero id, decid a sus discípulos y a Pedro, que él va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis, como os dijo.”
¿Por qué el ángel que anunció la resurrección de Cristo a las mujeres refirió “a sus discípulos y a Pedro”?, ¿Pedro está al margen de la categoría de discípulo?; Fue tomado en cuenta pero no en esa categoría.
¿Estaría excluido como discípulo?; creería que sí; porque la Palabra de Dios lo dice: “el que me niegue delante de los hombres…”
He allí PECADO – JUSTICIA (CASTIGO, DISCIPLINA).
Ahora solo imaginar que los hechos terminan allí, sería un plan imperfecto de Dios, en este caso para Pedro; pero Dios es un “Dios de amor”, misericordia y perfección, sus planes son cumplidos.
A nosotros nos queda también la enseñanza de la naturaleza divina de Dios y que actúa como Él quiere; muy distinto a la naturaleza y pensamiento humano.
3. DIOS DE TODA JUSTICIA Y AMOR.
Es aquí que vemos la obra especial, en el Evangelio de Juan (Leer el Capítulo 21 completo), está la descripción de la manifestación de Jesús resucitado, ante siete de sus discípulos en el mar de Tiberias, lugar donde pesca y come con ellos; pero es a partir del versículo 15 que realiza algo especial para restauración de Pedro.
Es a través de plantearle tres veces la misma pregunta: “Simón hijo de Jonás, ¿me amas?”, a las cuales Pedro respondió: “Sí, Señor, sabes que te amo. Sí Señor, tú sabes que te amo. Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo.”
Pedro posiblemente no tenía idea de la necesidad de pasar por eso, casi se entristece ante la pregunta repetitiva, pero ante el decreto de Jesús de “apacentar sus ovejas”, llega implícito el decreto de la devolución de la calidad de discípulo.
Tres TE AMO, por tres NO LO CONZCO. Eso es restauración individual y global, obra de Dios por siempre.
Entonces la ecuación toma forma: PECADO – JUSTICIA (CASTIGO – DISCIPLINA) – MISERICORDIA (AMOR PERFECTO).
En Dios hay justicia, lleva implícito que cuando hay pecado, se debe paga por eso. Pero si hay arrepentimiento verdadero, habrá perdón. Sobre esa base está fundamentado el Evangelio de Cristo.
Así que, si te sientes condenado por la sociedad, te sientes señalado en tu iglesia, en cualquier lugar, o aún peor si te estás convirtiendo en acusador de tu hermano, quizá vas cayendo, sin saberlo, en el mismo pecado de Pedro; la buena noticia es que hay restauración mediante el arrepentimiento.
Habría mucho por agregar de lo manifestado aquí, tanta enseñanza sobre la obra de Dios, pero es necesario que cada uno se meta de lleno en la Palara de Dios, lea, profundice, escudriñe y que sea evidenciado en cada uno, la señal de un “nuevo nacimiento”, mediante la manifestación de “hambre y sed” de recibir Palabra de Dios.
Bendiciones.
Amén.
PD. Algunas Citas Bíblicas relacionadas.
Jeremías 46, 28
Lamentaciones 4, 22
Mateo 10, 15; 11, 22; 11, 24; 25, 46;
Marcos 6, 11;
Lucas 10, 12 y 14.
Romanos 1, 17; 3; 21-22
2 Corintios 5; 21
Santiago 1, 20.
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